Queda ya poco para que nuestra pequeña aventura Pekinesa termine por el momento. Como siempre en la empresa de John no nos han dado seguridad sobre cundo regresaremos, quizá en seis meses quizá nuca….. por ahora sabemos que en Septiembre John estará de vacaciones y luego seguramente a trabajar otra vez a Esmirna…..
Hemos pasado unos 4 meses aquí en los que he estado liada de verdad terminando el master y trabajando en un nuevo proyecto del que les hablaré pronto. Sin embargo y como ya me conocen también he intentado hacer algo de provecho por aquí. En cuanto llegue me dedique a buscar alguna ONG en la que echar una manilla aunque fuera por poco tiempo. Así es como encontré esta asociación americana se llama “A bridge for children”ABC( un puente para los niños..)
Esta asociación se dedica a varios proyectos con jóvenes y niños . Tienen pisos en Pekín donde acogen a huérfanos una vez que cumplen 18 años y tienen que salir del orfanato. Les ofrecen educación y herramientas para encontrar trabajo. Los que tiene capacidad les dan becas para continuar estudiando, a los que no les buscan trabajo. Hasta ahora han tenido un porcentaje de éxito del 100% y algunos de estos huérfanos han terminado incluso carreras universitarias.
Otro de los proyectos que tienen es la asistencia a colegios de niños de inmigrantes. ¿Inmigrantes en china?, ¿de que nacionalidad?. Son las mismas preguntas que yo me hice……….. Resulta que en China, los inmigrantes son chinos. He descubierto que en china hay grandes problemas sociales, de hecho la sociedad está muy revuelta debido a los grandes cambios operados por la privatización de las empresas, la ruptura de los sistemas comunales en el campo y la expropiación de terrenos rurales para la construcción ha provocado que millones de campesinos se hayan visto forzados a emigrar hacia las ciudades. Esta pobre gente tienen trabajar de sol a sol sin derechos de ningún tipo. Ya que según la ley China uno no puede cambiar de residencia sin permiso, y esto crea una situación de desamparo legal absoluta para estas familias. En muchas fábricas incluso les pagan 1/3 del salario para obligarles a permanecer en sus puestos hasta finales de año, cuando los despedirán a todos para contratar a otros nuevos ( esto lo hacen por ejemplo en los talleres donde John trabaja).
Cuando se desplazan se ven obligados a vivir en condiciones muy precarias, y sus hijos no tienen derecho a asistir a los colegios públicos. Son tantos, que organizan sus propios colegios, sin profesores reales, pero al menos los niños pueden recibir algún tipo de educación, aunque no podrán recibir ningún tipo de diploma…
Es para uno de estos colegios improvisados en el que he puesto mi granito de arena. La ONG les abastece con material didáctico y escolar. Tienen voluntarios que van a dar clases de arte y música, y también les ayudan en el mantenimiento del colegio.
Un fin de semana fuimos a pintar algunas de las clases, y para el siguiente, diseñé unos dibujos en las paredes que voluntarios y niños del colegio se afanaron en colorear siguiendo mis instrucciones. El resultado no está mal no? .Y aunque sea con algo tan pequeño y simple como esto siento que he contribuido a hacer la dura vida de estos niños un poquitito mejor y devolver algo a este pueblo que me ha acogido durante estos meses.
Besos