Aunque hace ya dos semanas que llegamos, les aseguro que no he tenido tiempo de escribir este correo, que creo , que no tiene desperdicio,.
He estado poniéndome en contacto con toda la gente que me dijo que después de Ramadam haríamos algo, y si, parece que las cosas se empiezan a mover y que voy a estar más que liada en los próximos meses.
Pero no me desvío, porque lo que les quería contar, fue el baño de realidad que recibimos a nuestra llagada al Cairo. Coincidió desgraciadamente en Viernes, y final de las vacaciones de 3 días de después del ramadán
. Ya al salir del avión nos dio la bienvenida un tufo impresionante y un finger lleno de basura por el suelo, calor agobiante, sin aire acondicionado dentro del aeropuerto, de repente nos vemos con un mogollón de gente discutiendo y haciendo aspavientos, un montón de gente Egipcia, vestidos en galabeya( traje lago para hombres y mujeres) y cargados con bolsas de plástico como si se hubieran bajado de una guagua en el mercado central. Yo le digo a John, debemos de habernos equivocado de camino al salir del avión, esto no me suena, nunca hay gente aquí. Pero un tío con mascarilla empieza a gritar “papeles ,papeles hay que rellenar los papeles”. Y sacude en el aire unos papelillos blancos. Los egipcios delante de nosotros, hacían aspavientos y se echaban las manos a la cabeza, (casi nadie aquí sabe escribir) nos escurrimos entre los que están escribiendo en el suelo y los que intentan colarse sin rellenar el papel,( aquí todo es posible). John le dice al de la mascarilla, “papeles para que? “, por la gripe la gripe, escriban su nombre y dirección en Cairo, miro el papel y las preguntas son: ¿tiene usted fiebre? ¿ha estado en contacto con alguien con la gripe? Etc etc. Nosotros rellenamos nombre y dirección y veo como el de la mascarilla tira los papeles sobre una mesa desbordada de papeles y donde la gran mayoría de ellos están por el suelo. ¡Bienvenidos al Caos, y no habíamos más que empezado la odisea de salir del aeropuerto. Cuando llegamos al control de pasaportes, donde normalmente había una cola de extranjeros que en general circulaba bastante deprisa, nos topamos con una bola de egipcios alrededor de cada ventanilla de policía.( No se si ya les he contado que los egipcios no saben que es una cola), y resulta, que acababa de llegar un vuelo de la meca, cargados de bolsas de plástico, creo yo por el olor, y porque lo vi en un de las bolsas, llenas de ropa sucia de toda la semana. Aquella bola de egipcios, seguía aumentando, a medida que el resto se las arreglaba para pasar el control de la gripe. Yo me pongo en cola detrás de un señor argentino que me miró con asombro, ja, pues pasar este control nos va a llevar horas, porque los egipcios seguían llegando y sin el mínimo problema añadiéndose a la bola y pasándonos de largo, aquello parecía como un ratón, que sigue engordando y engordando mientras que nosotros, la cola ,seguimos indefinidamente en el mismo punto. Intentamos quejarnos, preguntar si no había un control para extranjeros, nada, hay que hacer la cola. ¡que cola!???? Después de más de media hora sin avanzar, entre varios de los que estábamos al principio, hicimos una cadena y no dejamos pasar a más egipcios a colarse, ah, y encima protestaron!! O nos decían, no, no si yo sólo quiero hacer una pregunta a mi amigo Mohamed que está allí delante aja. Una señora, a la que le cortamos el paso, le dio en la cabeza con una bolsa de plástico a un madrileño, que ya estaba que echaba humo, j aja , Menos mal que un policía la vio y le echo la gran bronca, a la mujer por un oído le entró y por otro le salió. Pero no vayan a creer que aquella bola amorfa de egipcios era silenciosa y pacífica, no no, cuando les dije lo del mercado, es porque aquello parecía un mercado de verdad, gente gritando, peleándose, aireando fajos de pasaportes al aire, buscando a sus familias , y hasta los que intentaban colarse sin pasar el control de pasaporte., era un zoo, y el olorcillo, mejor que no se lo imaginen.
Ufff, pasamos el control pero lo que nos encontramos en la sala de recogida de equipajes fue todavía peor. Aquí, la gente había decidido hacer un picnic, en espera de sus maletas?, de sus familiares al otro lado del control?, quien sabe, lo cierto es que la gente estaba toda por el suelo, en corros, con comida esparcida por todas partes, bolsas de todos los tamaños no nos dejaban casi caminar, el ruido atronador de toda aquella gente…….. Cuando llegamos a nuestra cinta, gracias a Dios, había varios policías custodiando nuestras maletas. Dispuestos a escapar la multitud nos dirigimos a la salida, y cual no sería nuestra sorpresa cuando las puertas se abren y vemos al otro lado una multitud todavía mayor, instintivamente dimos un paso atrás, esta vez íbamos con el carrito y las maletas y aquella multitud no parecía que íbamos a poder superarla, pero los que estaban en primera fila nos hacían señas, por aquí, por aquí, y la multitud, como el mar rojo se abrió delante de nosotros y un grupo de hombres corrían delante de nosotros, Taxi?, taxi?. Dios y ¿como íbamos a encontrar al chofer en aquella multitud? parecía que todo Cairo había venido a recoger a sus familiares que regresaban de la meca, niños, abuelos, vecinos, incluso por fuera del aeropuerto había una multitud. John se subió a las maletas, que a su vez estaban subidas en el carro, y empezó a gritar Ajmed, ajmed, ( este es nuestro chofer, pero también es el nombre de la mitad de la población masculina de Egipto) Cien caras se giraron hacia nosotros, y afortunadamente 2 minutos después Ajmed apareció con un ramo de flores pochas y disculpándose como siempre hace por el caos. BIENVENIDOS A EGIPTO!!!!!!!
He estado poniéndome en contacto con toda la gente que me dijo que después de Ramadam haríamos algo, y si, parece que las cosas se empiezan a mover y que voy a estar más que liada en los próximos meses.
Pero no me desvío, porque lo que les quería contar, fue el baño de realidad que recibimos a nuestra llagada al Cairo. Coincidió desgraciadamente en Viernes, y final de las vacaciones de 3 días de después del ramadán
. Ya al salir del avión nos dio la bienvenida un tufo impresionante y un finger lleno de basura por el suelo, calor agobiante, sin aire acondicionado dentro del aeropuerto, de repente nos vemos con un mogollón de gente discutiendo y haciendo aspavientos, un montón de gente Egipcia, vestidos en galabeya( traje lago para hombres y mujeres) y cargados con bolsas de plástico como si se hubieran bajado de una guagua en el mercado central. Yo le digo a John, debemos de habernos equivocado de camino al salir del avión, esto no me suena, nunca hay gente aquí. Pero un tío con mascarilla empieza a gritar “papeles ,papeles hay que rellenar los papeles”. Y sacude en el aire unos papelillos blancos. Los egipcios delante de nosotros, hacían aspavientos y se echaban las manos a la cabeza, (casi nadie aquí sabe escribir) nos escurrimos entre los que están escribiendo en el suelo y los que intentan colarse sin rellenar el papel,( aquí todo es posible). John le dice al de la mascarilla, “papeles para que? “, por la gripe la gripe, escriban su nombre y dirección en Cairo, miro el papel y las preguntas son: ¿tiene usted fiebre? ¿ha estado en contacto con alguien con la gripe? Etc etc. Nosotros rellenamos nombre y dirección y veo como el de la mascarilla tira los papeles sobre una mesa desbordada de papeles y donde la gran mayoría de ellos están por el suelo. ¡Bienvenidos al Caos, y no habíamos más que empezado la odisea de salir del aeropuerto. Cuando llegamos al control de pasaportes, donde normalmente había una cola de extranjeros que en general circulaba bastante deprisa, nos topamos con una bola de egipcios alrededor de cada ventanilla de policía.( No se si ya les he contado que los egipcios no saben que es una cola), y resulta, que acababa de llegar un vuelo de la meca, cargados de bolsas de plástico, creo yo por el olor, y porque lo vi en un de las bolsas, llenas de ropa sucia de toda la semana. Aquella bola de egipcios, seguía aumentando, a medida que el resto se las arreglaba para pasar el control de la gripe. Yo me pongo en cola detrás de un señor argentino que me miró con asombro, ja, pues pasar este control nos va a llevar horas, porque los egipcios seguían llegando y sin el mínimo problema añadiéndose a la bola y pasándonos de largo, aquello parecía como un ratón, que sigue engordando y engordando mientras que nosotros, la cola ,seguimos indefinidamente en el mismo punto. Intentamos quejarnos, preguntar si no había un control para extranjeros, nada, hay que hacer la cola. ¡que cola!???? Después de más de media hora sin avanzar, entre varios de los que estábamos al principio, hicimos una cadena y no dejamos pasar a más egipcios a colarse, ah, y encima protestaron!! O nos decían, no, no si yo sólo quiero hacer una pregunta a mi amigo Mohamed que está allí delante aja. Una señora, a la que le cortamos el paso, le dio en la cabeza con una bolsa de plástico a un madrileño, que ya estaba que echaba humo, j aja , Menos mal que un policía la vio y le echo la gran bronca, a la mujer por un oído le entró y por otro le salió. Pero no vayan a creer que aquella bola amorfa de egipcios era silenciosa y pacífica, no no, cuando les dije lo del mercado, es porque aquello parecía un mercado de verdad, gente gritando, peleándose, aireando fajos de pasaportes al aire, buscando a sus familias , y hasta los que intentaban colarse sin pasar el control de pasaporte., era un zoo, y el olorcillo, mejor que no se lo imaginen.
Ufff, pasamos el control pero lo que nos encontramos en la sala de recogida de equipajes fue todavía peor. Aquí, la gente había decidido hacer un picnic, en espera de sus maletas?, de sus familiares al otro lado del control?, quien sabe, lo cierto es que la gente estaba toda por el suelo, en corros, con comida esparcida por todas partes, bolsas de todos los tamaños no nos dejaban casi caminar, el ruido atronador de toda aquella gente…….. Cuando llegamos a nuestra cinta, gracias a Dios, había varios policías custodiando nuestras maletas. Dispuestos a escapar la multitud nos dirigimos a la salida, y cual no sería nuestra sorpresa cuando las puertas se abren y vemos al otro lado una multitud todavía mayor, instintivamente dimos un paso atrás, esta vez íbamos con el carrito y las maletas y aquella multitud no parecía que íbamos a poder superarla, pero los que estaban en primera fila nos hacían señas, por aquí, por aquí, y la multitud, como el mar rojo se abrió delante de nosotros y un grupo de hombres corrían delante de nosotros, Taxi?, taxi?. Dios y ¿como íbamos a encontrar al chofer en aquella multitud? parecía que todo Cairo había venido a recoger a sus familiares que regresaban de la meca, niños, abuelos, vecinos, incluso por fuera del aeropuerto había una multitud. John se subió a las maletas, que a su vez estaban subidas en el carro, y empezó a gritar Ajmed, ajmed, ( este es nuestro chofer, pero también es el nombre de la mitad de la población masculina de Egipto) Cien caras se giraron hacia nosotros, y afortunadamente 2 minutos después Ajmed apareció con un ramo de flores pochas y disculpándose como siempre hace por el caos. BIENVENIDOS A EGIPTO!!!!!!!
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